¿Cuáles son los beneficios de una dieta baja en sodio?

Las dietas bajas en sodio pueden ser una muy buena opción para aquellas personas que quieren cuidar su alimentación, ya que pueden prevenir enfermedades y mejorar nuestra salud.
Este tipo de dieta no tiene como objetivo prohibir el consumo de sal, sino controlarlo. Busca llegar a un equilibrio saludable.
Hay que recordar que, en las cantidades adecuadas, la sal es vital para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.

¿Qué es una dieta baja en sodio?

Esta dieta se basa en incluir poca sal en nuestra alimentación diaria. Sabemos que el sodio está presente en muchos de los alimentos que ingerimos, pero la mayor parte proviene de la sal.
Lo que convierte una alimentación baja en sodio en una buena opción es que el consumo de sodio en grandes cantidades tiene efectos perjudiciales para la salud a largo plazo. Y esto se da, principalmente, porque el organismo es incapaz de depurar por sí mismo estas cantidades.
Por lo que la recomendación es tomar:

  • Cantidad diaria idónea: 2/3 de cucharadita de sal por día.
  • Cantidad diaria máxima: 1 cucharadita de sal por día.

Pero la realidad es otra: el consumo de sal en España es de 7,5 gramos al día aproximadamente, lo que triplica el consumo recomendado. Es por esto que es una muy buena práctica replantearnos nuestra alimentación y optar por una dieta baja en sal, especialmente si:

  • Eres una persona de más de 50 años.
  • Tienes hipertensión o la presión alta.
  • Sufres diabetes.
  • Has sufrido alguna enfermedad cardiovascular.

Beneficios

Un consumo moderado de sal hará que mejoren significativamente ciertas funciones corporales:

  • Mantendrá nuestros niveles de hidratación
  • Regulará nuestros impulsos producidos en el sistema nervioso.
  • Contribuirá en la absorción de minerales saludables como el potasio.
  • Ayudará a aliviar la hipertensión.
  • Reducirá el riesgo de cardiopatía e ictus.
  • Bajará la retención de líquidos, evitando problemas renales.
  • Reducirá las posibilidades de padecer esclerosis múltiple.
  • Reducirá el riesgo de sufrir cáncer estomacal.

Consecuencias

Como ocurre con la mayoría de alimentos, no es recomendable eliminar por completo el consumo de sal en nuestra alimentación, ya que esto nos podría traer posibles problemas para la salud como:

  • Aumentar la posibilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares.
  • Aumentar el riesgo de padecer ataques cardiacos.
  • Aparición de problemas cardiovasculares.

Es por ello conveniente que, si deseas seguir una dieta baja en sodio, primero pidas asesoramiento profesional para hacerlo de forma segura y saludable.

Tips

Como recomendación para llevar una dieta baja en sodio, puedes decantarte por consumir alimentos como: pollo, pavo, pescado, leche, yogurt, arroz, pan integral, calabaza, pepino, patata, berenjena, guisantes, lechuga, manzana, melón, fresas y uvas, entre otros.
También te aconsejamos:

  • No lo elimines completamente de tu alimentación, sino que lo consumas en cantidades más pequeñas.
  • Decántate por los alimentos bajos o sin sal, esto hará que poco a poco te vayas acostumbrando a reducir su consumo.
  • Puedes evitar abusar de su uso en las comidas con sustitutivos como cítricos, especias, hierbas o aceites. Harán que tus comidas no pierdan su sabor manteniendo un efecto similar en tu paladar.
  • Esfuérzate por ser tú quien cocine tus comidas para controlar mejor las cantidades que vas a consumir.
  • Puedes engañar a tu subconsciente llenando la mitad de tus platos con frutas o verduras sin sal.
  • Cambia tu modo de cocinar los alimentos. Quizá si apuestas por sellar, saltear o gratinar los alimentos eches menos en falta la sal que si los cueces.
  • Centra tu alimentación en verduras y frutas, ya que muchos de ellas contienen bajas cantidades de sodio.
  • El consumo de lácteos, como los yogures o las cremas con leche, pueden ser buenas opciones para ayudarnos a reducir el consumo de sal.

Conclusión

Sea cual sea la razón por la que quieras seguir una dieta baja en sodio, desde Smartfit te recomendamos consultar con un especialista que sea capaz de indicarte qué cantidades son las recomendables según tu edad y estado de salud, ya que realizar cambios en tu alimentación de manera brusca y sin supervisión puede conllevar efectos negativos para tu organismo.