La alimentación y la actividad física deben ser dos pilares básicos en nuestra rutina diaria si queremos mantener nuestro cuerpo de manera saludable durante toda nuestra vida.
A veces hay quien trata de desligarlos y decir que con solo uno de ellos es suficiente para mantenernos en un estado de forma o de salud adecuado, pero no es así.
Como bien dice el dicho “somos lo que comemos” con lo que es muy importante identificar los distintos tipos de nutrientes que nos aporta cada alimento y saber qué, cuanto y cuando comer según nuestras necesidades.
Lo cual nos lleva a la afirmación de que efectivamente cada deporte, cada entrenamiento, nos exige un tipo de dieta distinta si queremos mejorar nuestro rendimiento y sacar un plus de cada uno de ellos.
Por ejemplo, una persona que su objetivo entrenando sea aumentar la masa muscular, tendrá una dieta completamente distinta a la de una persona que quiere bajar peso. Y no se podría entender el llegar a dichos objetivos sin acompañar la dieta del ejercicio físico y viceversa.
Hacer actividad física siempre va a ser beneficioso para nuestro cuerpo y nos ayudará a mantenernos en un estado de salud óptimo.
¿Pero qué pasaría si todo esto que nos aporta el ejercicio lo acompañásemos de una dieta inapropiada?
En el mejor de los casos, simplemente que no nos ayudaría a potenciar los resultados de la actividad física en nuestro cuerpo. Pero en otros supuestos podríamos llegar a tener una dieta que nos llevase a realizar ejercicio físico sin tener el aporte calórico necesario para hacerlo y tener problemas durante la actividad como desmayos,mareos, etc.
O incluso lo contrario, comer alimentos muy calóricos y en horas valle en las que esas calorías no nos van a aportar nada y luego no ver reflejado en nuestro cuerpo las “palizas” de los entrenamientos.
Como mencionamos anteriormente, tan importante el QUÉ se come, CUANTO se come y CUANDO se come. Este último puede sonar raro, pero no es menos importante que los otros dos, ya que hay determinados momentos en nuestro día a día que nos van a permitir aprovechar de una manera mejor los nutrientes que le aportemos, momentos en los que nuestro cuerpo va a demandarnos más calorías y momentos que son mejor dejarlos sin ingesta alguna. Todos estos detalles van a ayudarnos a seguir un camino mucho más eficaz hacia nuestra meta.
Por eso aparte de seguir tu dieta correctamente, consúltanos sobre qué tipo de entrenamiento te conviene más para lograr más rápida y eficazmente tu objetivo. Y en cuanto a la dieta, consulta con un especialista o directamente nosotros te damos unas nociones básicas sobre qué dirección has de tomar si quieres potenciar esos resultados que deseas.
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