El ritmo del día a día nos lleva habitualmente a no tener tiempo de hacer prácticamente nada de ocio, de ir deprisa de un sitio a otro y seguramente en muchos casos a hacer muchas tareas en automático sin prestar gran atención a lo que estamos haciendo, entonces, ¿realmente eres consciente cuando estás entrenado y le dedicas a cada parte de tu entrenamiento el tiempo y la concentración necesaria?
Uno de los problemas de este ritmo que tiene la vida moderna es el de no tener tiempo para realizar actividad física o entrenar pero una vez que lo logramos ¿entrenamos concentrados y sin prisas? La realidad en la mayoría de los casos es que no es así.
Y es que una vez superado el primer obstáculo de sacar ese tiempo tan necesario para entrenar, llega otro no menos importante, y es el del entrenamiento consciente y dedicando a cada parte el tiempo suficiente.
La realidad es que para ahorrar tiempo y tratar de maximizar nuestro entrenamiento obviamos muchas veces una parte esencial, el calentamiento, que por un lado nos prepara para poder afrontar la parte principal del entrenamiento y evitar así lesiones y por otro tener la musculatura en un estado óptimo para poder entrenarla al nivel más alto y así obtener los mejores resultados.
El calentamiento debe estar siempre incluido en cualquiera de nuestras sesiones de entrenamiento, este se debería componer de tres pasos diferentes.
Primero con movilidad articular, es decir realizando movimientos naturales de cada articulación que va a tener una implicación en el entrenamiento para que la zona se vaya acostumbrado a los movimientos que se le van a exigir durante la sesión pero en recorridos de mayor amplitud y en todas las direcciones que esta permita.
Después continuaremos con suaves estiramientos de la musculatura que vamos a entrenar para que las fibras musculares estén preparadas sobre todo en el origen e inserción de cada músculo a emplear. Es importante recalcar que estos deben ser suaves y no estirar buscando los límites de estos, puesto que poco después los entrenaremos y deben estar preparados, no fatigados.
Por último comenzaremos a realizar los ejercicios del propio entrenamiento con cargas muy ligeras de tal forma que tanto nuestra musculatura como todas las estructuras implicadas en los movimientos empiecen a asimilar los estímulos de los ejercicios de una forma gradual para que cuando progresivamente elevemos cargas, volúmenes o intensidades estemos preparados al 100% para soportar estos esfuerzos y poder dar lo mejor de nosotros mismos reduciendo al máximo el riesgo de molestias o lesiones.
A partir de este momento podremos comenzar con el bloque principal de la sesión donde deberemos estar concentrados en el entrenamiento, conscientes de cada ejercicio, de cada repetición y de las sensaciones que nos transmite nuestro cuerpo para poder conectar con el y aprovechar cada segundo de la sesión para maximizar los resultados.
En otra ocasión aprovecharemos para explicar las mejores formas de afrontar y realizar el bloque principal del entrenamiento así como de la parte final o vuelta a la calma.
Como conclusión, remarcar la importancia del calentamiento para una mayor eficacia y un entrenamiento preventivo y seguro en cuanto a las temidas lesiones se refiere.
Si necesitas ayuda con esta parte de tu entrenamiento no dudes en contactar con el Staff de tu club Smartfit.
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